Como resultado de la pandemia Covid-19, más de 165 millones de estudiantes no pudieron asistir a la escuela y más de 26 millones de empleos se perdieron en la región de América Latina y el Caribe (LAC). El Covid-19 amplificó las desigualdades existentes en LAC en términos socioeconómicos, etarios, geográficos, raciales, étnicos, de acceso digital y de género.
De hecho, la pérdida de empleo en la región de LAC ha afectado de manera desproporcionada a las mujeres y ha aumentado las desigualdades para los trabajadores informales (que representan el 60 por ciento de los trabajadores activos de LAC), los jóvenes, los trabajadores menos calificados, las personas con discapacidades y los pueblos indígenas.
Si bien la pandemia ha mostrado modelos exitosos de cómo el aprendizaje y el trabajo remoto pueden ayudar a nivelar el campo de juego, la educación y capacitación flexible deberán priorizarse aún más para brindar a las personas en toda la región de LAC oportunidades de aprendizaje y empleo de calidad.
Para cerrar la brecha de habilidades para el trabajo, la infraestructura y la innovación serán una prioridad, incluyendo la ampliación de acceso y oportunidades para el aprendizaje y capacitación a distancia. Mientras nos preparamos para un mundo post-Covid, las personas de la región deben estar equipadas con capacidades, habilidades y oportunidades de aprendizaje permanente para prosperar en el trabajo del futuro.
Ahora más que nunca, se necesitan soluciones que impulsen la innovación y aprovechen la tecnología desarrollando el potencial de las personas para aprender y obtener buenos trabajos.